Hola, soy Javier Alaminos, alumno de 1º ESO D, y os presento una nueva audio-experiencia lectora para nuestro blog Apuntes de Lengua, y para el proyecto Kuentalibros. En el capítulo de hoy os presentamos Locos por el fútbol: un buen fichaje, del autor Frauke Nahrgang.
Frank es un niño que vive en Aschford pero se muda a otra ciudad. Él no está muy contento pero se ve obligado a irse porque sus padres ya no se entienden. Se vino a vivir con su madre a casa de su abuela; salió a ver la ciudad y oyó gente que estaba jugando un partido de fútbol: eran los del equipo de Los Lobos.
En la ciudad había dos equipos: Los Lobos y Los Tigres.
Después se fue al colegio y se sentó con una niña llamada Rebeca. La profesora dijo que ella se ocuparía de él. Todos se reían y Frank no entendía por qué, pero se dio cuenta enseguida. Rebeca era la típica empollona que hablaba por los codos y que no le dejaba en paz.
Frank salió del cole y volvió a oír gente jugando al fútbol. Esta vez se encontró con el equipo de Los Lobos; éstos le dijeron que si quería jugar en el equipo pero Frank les dijo que él ya estaba inscrito en otro equipo.
Fue a casa y al volver al cole, se acordó de que no había hecho los deberes. La insoportable Rebeca le dejó su trabajo y le hizo pasar un ridículo enorme ante toda la clase.
Frank se dio de baja en el HSV Hamburgo y se inscribió en Los Lobos. El entrenador le dio la equipación con el número 20. Ese fin de semana jugaron su primer partido; en el primer tiempo perdían por 1-0. En el descanso, llamó el padre de Frank, seleccionador nacional, para dar ánimos a su hijo y decirle que ya se iba a retirar de entrenar para poder ir a verlo jugar siempre que quisiera. Frank se puso muy contento; en el segundo tiempo empataron y casi al final Frank metió el gol de la victoria.
Marc, jugador de Los Tigres, le dijo a Frank que con él en el equipo, Los Lobos, en lugar de perder 14-0, perderían 14-1, porque él metería el gol del honor.
Frank tiene el problema de que sus padres se acaban de separar y de irse a vivir a una nueva ciudad donde sólo conoce a su abuela y a su madre. El fútbol le va a ayudar a integrarse con él en el colegio, con sus nuevos amigos, e incluso a que sus padres se relacionen mejor. Jugar y competir es lo máximo para estos niños, pero lo harán sin descubrir los estudios. A veces hay roces y pequeñas discusiones, pero logran superarlo con el juego limpio y la amistad.
Frank es un niño que vive en Aschford pero se muda a otra ciudad. Él no está muy contento pero se ve obligado a irse porque sus padres ya no se entienden. Se vino a vivir con su madre a casa de su abuela; salió a ver la ciudad y oyó gente que estaba jugando un partido de fútbol: eran los del equipo de Los Lobos.
En la ciudad había dos equipos: Los Lobos y Los Tigres.
Después se fue al colegio y se sentó con una niña llamada Rebeca. La profesora dijo que ella se ocuparía de él. Todos se reían y Frank no entendía por qué, pero se dio cuenta enseguida. Rebeca era la típica empollona que hablaba por los codos y que no le dejaba en paz.
Frank salió del cole y volvió a oír gente jugando al fútbol. Esta vez se encontró con el equipo de Los Lobos; éstos le dijeron que si quería jugar en el equipo pero Frank les dijo que él ya estaba inscrito en otro equipo.
Fue a casa y al volver al cole, se acordó de que no había hecho los deberes. La insoportable Rebeca le dejó su trabajo y le hizo pasar un ridículo enorme ante toda la clase.
Frank se dio de baja en el HSV Hamburgo y se inscribió en Los Lobos. El entrenador le dio la equipación con el número 20. Ese fin de semana jugaron su primer partido; en el primer tiempo perdían por 1-0. En el descanso, llamó el padre de Frank, seleccionador nacional, para dar ánimos a su hijo y decirle que ya se iba a retirar de entrenar para poder ir a verlo jugar siempre que quisiera. Frank se puso muy contento; en el segundo tiempo empataron y casi al final Frank metió el gol de la victoria.
Marc, jugador de Los Tigres, le dijo a Frank que con él en el equipo, Los Lobos, en lugar de perder 14-0, perderían 14-1, porque él metería el gol del honor.
Frank tiene el problema de que sus padres se acaban de separar y de irse a vivir a una nueva ciudad donde sólo conoce a su abuela y a su madre. El fútbol le va a ayudar a integrarse con él en el colegio, con sus nuevos amigos, e incluso a que sus padres se relacionen mejor. Jugar y competir es lo máximo para estos niños, pero lo harán sin descubrir los estudios. A veces hay roces y pequeñas discusiones, pero logran superarlo con el juego limpio y la amistad.
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