Hola, soy Cecilia de Tapia Gómez, alumna de 1º ESO D, y os presento una nueva audio-experiencia lectora para nuestro blog, Apuntes de Lengua, y para el proyecto Kuentalibros. En el capítulo de hoy os presento Un secuestro de película, del autor Enrique Paez.
Todo empezó cuando Marta, la madre de Esther y Juanjo, compró un receptor-emisor para escuchar cuando lloraba Martita, su hermana pequeña.
Un día, Marta se fue con su marido al cine, dejando a Esther al cargo de sus dos hermanos. Enchufó el emisor-receptor en su habitación y en la habitación de Martita. Estaba haciendo los deberes y escuchó un ruido procedente de este aparato, y no parecía su hermana. A partir de aquí empezó a oír extrañas conversaciones telefónicas hasta que dedujo que se trataba de un secuestro.
Esther buscó por todas partes quién era el secuestrador, pero no daba con él porque no había dado ningún dato.
Una tarde volvió a sonar y dieron más datos; los secuestradores se llamaban Luciano, Eduardo, El Granjas, y el Chino, y también sabía que la niña a la que iban a secuestrar se llamaba Patricia, la hija de un diplomático muy rico. Una vez sabido esto, fueron a la Policía a revelar la información, pero no le hicieron caso y pasaron de ella. Estuvo escuchando más conversaciones, y decidió buscar ella misma a los secuestradores.
Eduardo era el dentista de enfrente y lo había descubierto. En otra conversación averiguó que esa misma tarde iban a llevarse a Patricia a Méjico, exactamente a las siete de la tarde.
Esther fue corriendo a avisar a la Policía del nuevo descubrimiento y esta vez la Policía sí que le hizo caso. Fueron al aeropuerto y buscaron en un bar a Eduardo, Luciano y Patricia. Allí estaban todos menos Patricia; se sentaron al lado de éstos y averiguaron que todo lo que habían oído no era un secuestro, sino un guión de cine que estaban comentando por teléfono, y así Esther se quedó más tranquila, sabiendo que sólo era un guión para una película.
Me ha parecido un libro muy misterioso e interesante, que te deja enganchada hasta que no descubres el final. Se lo recomiendo a la gente que le guste el misterio.
Todo empezó cuando Marta, la madre de Esther y Juanjo, compró un receptor-emisor para escuchar cuando lloraba Martita, su hermana pequeña.
Un día, Marta se fue con su marido al cine, dejando a Esther al cargo de sus dos hermanos. Enchufó el emisor-receptor en su habitación y en la habitación de Martita. Estaba haciendo los deberes y escuchó un ruido procedente de este aparato, y no parecía su hermana. A partir de aquí empezó a oír extrañas conversaciones telefónicas hasta que dedujo que se trataba de un secuestro.
Esther buscó por todas partes quién era el secuestrador, pero no daba con él porque no había dado ningún dato.
Una tarde volvió a sonar y dieron más datos; los secuestradores se llamaban Luciano, Eduardo, El Granjas, y el Chino, y también sabía que la niña a la que iban a secuestrar se llamaba Patricia, la hija de un diplomático muy rico. Una vez sabido esto, fueron a la Policía a revelar la información, pero no le hicieron caso y pasaron de ella. Estuvo escuchando más conversaciones, y decidió buscar ella misma a los secuestradores.
Eduardo era el dentista de enfrente y lo había descubierto. En otra conversación averiguó que esa misma tarde iban a llevarse a Patricia a Méjico, exactamente a las siete de la tarde.
Esther fue corriendo a avisar a la Policía del nuevo descubrimiento y esta vez la Policía sí que le hizo caso. Fueron al aeropuerto y buscaron en un bar a Eduardo, Luciano y Patricia. Allí estaban todos menos Patricia; se sentaron al lado de éstos y averiguaron que todo lo que habían oído no era un secuestro, sino un guión de cine que estaban comentando por teléfono, y así Esther se quedó más tranquila, sabiendo que sólo era un guión para una película.
Me ha parecido un libro muy misterioso e interesante, que te deja enganchada hasta que no descubres el final. Se lo recomiendo a la gente que le guste el misterio.
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