Ana y Rubén nos recomiendan subir a la luna para probar a qué sabe.
¿Quién no soñó alguna vez con darle un mordisco a la luna? Este fue precisamente el deseo de los animales de este cuento. Tan sólo querían probar un pedacito pero, por más que se estiraban, no eran capaces de tocarla.
Una preciosa historia en el que los problemas los solucionan por medio de la colaboración y el trabajo en equipo. Vosotros también habéis realizado un fantástico trabajo en equipo. ¡¡Felicidades de parte de la seño Carmen!!
ResponderEliminar