Jana recomienda esta novela de Pauline Fisk. Charis es una niña solitaria de familia humilde. Su refugio es Castle Cove, un lugar medio en ruinas en un acantilado. Allí ha construido su guarida, y hasta ha colgado un póster de Johnny Depp. Un día encuentra a Frankie, la chica más rica de la ciudad. Incomprensiblemente, se hacen amigas y juntas amueblan –a Frankie le sobran muebles— su cueva, hasta se inventan un lenguaje secreto. Todo va bien hasta que Frankie confesa a Charis que pierde sangre; al principio, las dos están muy emocionadas, pues creen que le ha venido la regla, pero el diagnóstico es otro: Frankie tiene cáncer. A partir de allí se suceden las operaciones, los tratamientos, y los mensajes por email, pero también el distanciamiento entre las dos niñas, los problemas entre los padres de Frankie, que afrontan la enfermedad de forma diferente, etc. Charis recuerda que Frankie le contó una vez que tuvo un sueño, volar, y decide, como sea, hacerlo realidad. La novela está escrita desde el punto de vista de Charis y nos cuenta, sin dramatismos, su difícil paso de la niñez a la adolescencia. A pesar de todo, no es una novela triste, sino más bien optimista y, por encima de todo, muy humana.
viernes, 25 de noviembre de 2011
El sueño de Frankie
Jana recomienda esta novela de Pauline Fisk. Charis es una niña solitaria de familia humilde. Su refugio es Castle Cove, un lugar medio en ruinas en un acantilado. Allí ha construido su guarida, y hasta ha colgado un póster de Johnny Depp. Un día encuentra a Frankie, la chica más rica de la ciudad. Incomprensiblemente, se hacen amigas y juntas amueblan –a Frankie le sobran muebles— su cueva, hasta se inventan un lenguaje secreto. Todo va bien hasta que Frankie confesa a Charis que pierde sangre; al principio, las dos están muy emocionadas, pues creen que le ha venido la regla, pero el diagnóstico es otro: Frankie tiene cáncer. A partir de allí se suceden las operaciones, los tratamientos, y los mensajes por email, pero también el distanciamiento entre las dos niñas, los problemas entre los padres de Frankie, que afrontan la enfermedad de forma diferente, etc. Charis recuerda que Frankie le contó una vez que tuvo un sueño, volar, y decide, como sea, hacerlo realidad. La novela está escrita desde el punto de vista de Charis y nos cuenta, sin dramatismos, su difícil paso de la niñez a la adolescencia. A pesar de todo, no es una novela triste, sino más bien optimista y, por encima de todo, muy humana.
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