Maruxa desde Arteixo, CEIP Ponte dos Brozos, repite en Kuentalibros. Esta vez con esta recomendación.
En la vieja Rusia, un fabricante de muñecas construyó una realmente hermosa. Tan hermosa que decidió no venderla y la llamó Matrioska. Todas las mañanas hablaba con ella, hasta que un día la muñeca le contestó, anunciándole que quería tener una hija. El hombre construyó otra nuñeca, Trioska, igual a su madre. Matrioska insistió en tenerla en su barriga, así que la cortó por la mitad, la vació y metió en su interior a la pequeña. La muñeca madre se sintió feliz, pero no así la hija, que también quería tener un bebé en su interior.
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