sábado, 26 de mayo de 2012

Las crónicas de Spiderwick.El anteojo asombroso.


¿Te gustan las novelas de aventuras, intrigas y en las que aparecen seres fantásticos? No te pierdas la recomendación de María, alumna de 1ºESO del Colegio El Valle-Valdebernardo.


Transcripción: Hola Soy María Vicioso Estevez alumna de la clase de la ESO B y os presento una nueva audioexperiencia lectora para nuestro blog Apuntes de Lengua y para el proyecto Kuentalibros. En el capítulo de hoy os presentamos Las crónicas de Spiderwick 2. El anteojo asombroso, de Tony Diterlizzi y Holly Black.  Jay Greid es un niño que tiene dos hermanos, Simon y Mallorid. Viven en una antigua casa de su tía abuela. Una mañana Simon preguntó a Jim por su gato, pero este estaba cansado de los animales de Simon y no le contestó. Mallorid bajó con sus espadas de esgrima. Se había enterado que a él le habían castigado y ella cansada de sus hermanos decidió irse a su parte favorita de la casa: la biblioteca de Arthur. Esa habitación estaba llena de libros carcomidos y llenos de polvo y allí se encontraba un cuaderno que había encontrado que contenía todo sobre los seres sobrenaturales. Entonces apareció el duende de la casa y le advirtió que debía librarse del libro si no quería problemas., pero Jim no le hizo caso. Se asomó a la ventana y vió a Simon buscando a su gato entonces el duende le dijo que los Estragos ya habían llegado, pero que solo los podía ver si tenía la visión. Se volvió a asomar y Simon estaba luchando contra algo, cuando desapareció. Jeil asustado le pidió consejo a Delateti y juntos fueron a buscar a Mallorid. Delalete les mostró un aparato que les daría la visión pero se negaba a dárselo si no les demostraba que les daría buen uso. Jil cogió a Delateti y apretó le cogió la piedra y salió corriendo. A través de esa piedra podía ver a los Estragos, tenían cara de rana, orejas puntiagudas y cuerpo verdoso se estaban acercando.Para Maioris era difícil ver sin la visión, pero consiguieran que se alejaban. Le dio una espada a Jil y le ató una piedra al ojo. Estaban listos para salvar a Simon. Se adentraron en un bosque y cruzaron un arroyo de donde salió un enorme Troll que había visto a Simon pero temían acercarse a él y huyeron. Entonces observaron a lo lejos 10 Trasgos cocinando a un animal alrededor de una fogata colgando de las ramas había animales colgados en unas jaulas les pareció ver a Simón. Se acercaron vieron a un Grifo herido pero Jill no le hizo caso y empezó a trepar. Vio ardillas, pájaros , entonces oyó a una voz que le pedía que le sacara. -¿Quién eres?- le preguntó Jil. -Soy Cerdonio- le respondió. Tenía rasgos de Trasgo pero con ojos gatunos y dentadura de bebé. Entonces vio a Simón y le dijo a Cerdonio que esperara a que salvara a su hermano y entonces lo sacaría. Y así lo hizo. Los Trasgos empezaron a pinchar al Grifo herido. Simon quiso ayudarle. -Dejarle en paz. Dijo. Los Trasgo empezaron a trepar por el árbol y Cerdonio se fue trepando. -Eh Trasgos- Oyó. Cerdonio les estaba ayudando. Los Trasgos se dirigieron hacia él y los hermanos pudieron escapar. Encontraron a Mallorid y juntos otra vez, decidieron salvar a sus amigos llamando la atención del Trasgo. Les perseguían a una velocidad impresionante y se dirigían hacia el arroyo del Troll para que se hundieran. Cuando llegaron los Trasgos cayeron al río y pronto desaparecieron. Decidieron volver al bosque a salvar a los animales de las jaulas. Llegaron y se encontraron a Cerdonio comiendo. Le dieron las gracias por salvarle la vida y este le contó que si le escupían en el ojo podían tener la visión sin la necesidad de tener el aparato. Los chicos aceptaron. Mientras salvaban vidas Simón se encontró un gatito que se metió en el bolsillo y siguió adelante. Simón se acercó a Grifón a pesar de que era peligroso , le tranquilizó mientras sus hermanos extendían una lona para llevárselo y curarlo. Levantaron al Grifón, se despidieron de Cerdonio y se dirigieron a su casa. Fue un viaje largo. Metieron a Grifón en la cochera, le curaron las heridas y le dieron agua. Ya era muy tarde. Entraron en casa. Su madre estaba muy preocupada, los niños estaban sucios y cansados. -¿Dónde estabais?- preguntó. Los hermanos se inventaron una historia sobre el gato de Simon y de cómo lo habían salvado. Su madre, enfadada, los mandó a la habitación. Pero que sorpresa cuando subieron a la cama de Jil. Estaba hecha jirones. -Deladete- chilló. Yo te lo dije no deberías haberle quitado la piedra de la visión- respondió Mallorie. Pineso que este libro es muy orginal, ya que junta personas y seres reales con seres fantásticos y sobrenaturales. Es un libro de aventuras y de intriga, que está muy bien si te quieres divertir un rato.

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