Hola, soy Cecilia De Tapia, alumna de 1º ESO D, y os presento una nueva audioexperiencia lectora para nuestro blog, Apuntes de Lengua, y para el proyecto Kuentalibros. En el capítulo de hoy os presentamos Manolito Gafotas, de la autora Elvira Lindo.
Manolito Gafotas, que así llaman a Manolito García Moreno, es un niño que tiene unas grandes gafas, de ahí su apodo, y vive en Carabanchel.
Este niño vive unas graciosas aventuras con su abuelo Nicolás, y con el imbécil, que es su hermano, con su madre, con su padre, con el Orejones López, que es su mejor amigo, etc.
El primer día antes de empezar el cole, la madre de Manolito mandó a Manolito y a su abuelo a comprar un cuerno para la trenca. Esto era lo que más le gustaba a Manolito, porque irían a la Puerta del Sol, y una vez comprado el cuerno, se tomarían una hamburguesa.
Todo fue perfecto hasta que montaron en el metro de vuelta a casa. El abuelo y Manolito se durmieron dentro, hasta llegar a la última parada, donde un policía les despertó y los llevó de vuelta a casa; éste fue el día más alucinante para Manolito.
Unos días después llegó Paquito Medina al colegio; era un niño de lo más raro porque lo tenía todo. Sacaba sobresaliente en todas las asignaturas, era guapo y le caía bien a todo el mundo.
Al día siguiente, era el examen de Conocimiento del Medio, y nadie había estudiado, excepto Paquito Medina, que les dejó copiarse a todos excepto a Yihad, que ya se había hecho una chuleta. Al día sguiente les dieron los exámenes y todos tenían un cero menos Yihad, que había sacado un ocho. Luego la profesora les explicó que todos habían tenido la última pregunta mal y que todos habían escrito lo mismo en el examen, excepto Yihad.
Este día Manolito se llevó su mayor bronca.
Llegó la primavera, y con ella el cumpleaños de Manolito. Manolito y su madre le intentaban convencer para celebrar su cumple, pero él decía que no, porque los viejos no celebran los cumpleaños, pero le prepararon una sorpresa e invitaron a todos sus amigos de la residencia, y salió todo perfecto.
Cuando el abuelo llegó a casa se encontró a todos sus amigos, se puso muy contento, porque aunque dijese que no quería, por dentro lo estaba deseando.
Cuando se empezó a ir la gente, el abuelo, el imbécil y yo bajamos al parque, ya había empezado la primavera.
Este libro es muy gracioso, y te cuenta las cosas más típicas que pasan en los colegios. Se lo recomiendo a la gente que les gusten los libros de humor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario