sábado, 5 de mayo de 2012

Charlie y la fábrica de chocolate


Hola, soy Alfredo Conejo, alumno de 2º ESO B, y os presento una nueva audio-experiencia lectora para nuestro blog Apuntes de Lengua, y para el proyecto Kuentalibros. En el capítulo de hoy os presentaremos Charlie y la fábrica de chocolate, de Roald Dhal.

Trata de un niño llamado Charlie, que vive con sus padres y sus cuatro abuelos. Estos cuatro estaban en la cama siempre, ya que eran mayores.
Se aproximaba el cumpleaños de Charlie, y su regalo era una chocolatina, ya que su familia era pobre y no se podía permitir más.
Un día, el Sr. Bucket, que venía de su trabajo y con el periódico, entró en la habitación de los abuelos comentando que el Sr. Wonka enseñaría su fábrica a los cinco que encontraran el billete dorado.
Llegó el cumpleaños de Charlie y compró su chocolatina impaciente, con toda su familia, por si le había tocado el billete, pero no le tocó y la familia y Charlie se pusieron muy tristes.
A los pocos días El Sr. Bucket llegó con el periódico avisando a su familia de que ya había cuatro niños que tenían el billete dorado, y eran unos niños muy mimados.
Saliendo del colegio, Charlie se encontró una moneda de 50 peniques y compró dos chocolatinas; a la segunda le tocó. Charlie muy alegre, fue a su casa gritando que le había tocado el billete, y su abuelo Joe, el más nervioso y contento porque iba a ir con él a la fábrica, y su madre les dijo que se fueran preparando para el gran día.
Empezó el día, y a las 10:00 todos los niños que estaban en el portón entraron a ver la fábrica. Lo primero que les enseñó Wonka eran los Umpa-Lumpa, trabajadores de no más de 20 cm. Luego, fueron al río de chocolate, donde Augustus Gloop se cayó y fue absorbido por un tubo. Sus padres fueron con los Umpa-Lumpa a buscarlo.
Violet Beauregarde se tomó un chicle de arándanos de la fábrica y se empezó a hinchar y a poner azul y se la llevaron también, y a sus padres le tiraron por el conducto de basura unas ardillas.
Mike Tevé se volvió enano cuando salió de la televisión mágica.
Charlie ganó y Wonka le regaló la fábrica para que la cuidara cuando él no estuviera. A partir de ahí su casa fue la fábrica de chocolate y sus abuelos empezaron a tener una vida mejor.

Mi opinión es que me ha parecido un libro muy interesante ya que no podías dejar de leer ya que cada capítulo te dejaba una intriga y tenías que seguir leyendo. Me ha gustado mucho y os lo recomiendo.





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